Círculo. Sigo dando vueltas en lo mismo. Como una calesita imparable. Asuntos recurrentes que no terminan nunca. Mareo. Que pare, de una vez por todas.

Hoy caminaba nostálgica, recordando. Tratando de encontrarle un sentido a las cosas. Descifrando por qué algunas duran más y otras menos. Pensando. Extrañando viejos tiempos, acordándome de los momentos en los que miraba a mi alrededor y mi vida en ese instante parecía sacada de alguna serie de televisión en la que todo tiene sentido, y un contexto y personajes a los que siempre se vuelve. Y de repende entendí. Entendí que hay personas que están para acompañarte en un momento de tu vida, que en el viaje se quedan sólo una estación, o tal vez un par, pero no más. Que te pueden llegar a brindar mucho, pero sólo son las indicadas para estar en alguna parte del trayecto, y no todo. Y que tal vez es así como tiene que ser, porque así como existen estas personas, también existen otras, que te acompañan siempre, durante todo el trayecto. Y se que puedo reconocerlas bien, y sobretodo, se que están, y van a quedarse, nunca pude llegar a sentir eso con otras personas, ese sentimiento de intimidad, de pertenencia, de grupo, de unión, de incondicionalidad. Y eso es lo que debería rescatar de todo esto. Sólo eso, para poder así seguir adelante y sobretodo dejar de mirar hacia atrás.

Ey, ya me conocés, usame al revés, 

 usame para probar.