All my life I’ve tried to make
everybody happy while I just hurt
and hide, waiting for someone to 
tell me it’s my turn to decide!

Creo que no puedo seguir más con esto, me había olvidado de lo que era sentirse así, no me gusta para nada. Tengo que decirle adiós a esto de la vulnerabilidad. No me soporto así. Creo que prefería lo de antes, por lo menos no tenía que ir por la vida actuando. Odio jugar a este juego del orgullo, de lo que se supone que tenemos que hacer, de pretender que no nos importa, odio este juego de la histeria, de hacernos las idiotas, de actuar siempre indirectamente, de no ir nunca de frente, de nunca decir las cosas claras, de aguantarnos las ganas de desahogar pensamientos. Me cansa, no es para mí. Puede que así sea la mayoría, pero yo no, no me gusta, no lo quiero más.

Algo habré perdido que ando tan comprometido en buscar adentro tuyo algo que está dentro mío. Algo para poder tapar, mi gran agujero espiritual, mis ilusiones rotas.

Estar en el punto más alto de mi vulnerabilidad, me hizo recurrir a tomar medidas urgentes en la cadena de mis pensamientos dramáticos y exagerados que normalmente expongo cuando escribo. Sólo voy a decir que esto de tratar de quitarle importancia a los sucesos está siéndome útil últimamente..  
(y esto puede llegar a significar escribir menos, no lo merecería según mi nuevo pensamiento).

No puedo parar de pensar que yo fui quien se lo buscó, y que voy a ser la de la culpa después. Yo y sólo yo. 

Lo admito, no es propio de mí estar tranquila. No, no podía durar tanto tiempo y más cuando hablo con la gente. Debería vivir siempre en las fantasías de mi mente, como antes. Lo que sí es propio de mí es resignarme. Rendirme, sí sí, chau, a la mierda todo! (sí, ya se, apenas no sale algo como espero hago esto) pero sí, AL CARAJO. basta! bastaaaaaaaaaaaaaa! Me cansé. Voy a volver a lo simple.

QUIERO IRME A BARILOCHE YA LOCO.

Si encontrás algo más fino que el filo de tu silencio, sólo entonces te amaré.

Rebuscada tu respuesta, tanto como tu cabeza, tenía que ser mujer.

Yo sólo quería unos mimos, un suspiro de tu ombligo, una sopa con sabor.

Eras un rompecabezas, disfrazado de princesa, eras puro roncanrol

De este amor, que nunca vio la luz, no sintió el calor, no sufrió el dolor, no vivió el morir.

Muy grande la cruz, muy chico el honor, enana actitud de vivir mejor.