domingo, octubre 30

Odio haber cambiado, lo odio tanto al punto de que no puedo incorporarlo a mí misma, no puedo aceptarlo y ya. No puedo verlo de otra perspectiva, no puedo convertirlo en algo bueno. Sigo negándolo, sigo pretendiendo que lo mismo que ayer me hacía bien, ahora también, cuando se muy bien que no es así. Pero ya no puedo seguir mintiéndome, por alguna razón ya no me satisface, ya las personas tienen otro valor,  ya esto de hacer cualquiera perdió el sentido, si es que alguna vez lo tuvo. La razón supongo que está ahí, sí, ya la conozco, pero bueno, no tengo tiempo para esto, prefiero dejar todo en pausa y no prestarle atención a mi cabeza hasta que sepa cómo mirarlo de otra manera.

martes, octubre 18


Pero ya ves, voy a empezar a SENTIRME BIEN DESDE EL COMIENZO.
NO MÁS VERSOS SIN AMOR, por cuidar el corazón.
Esta vez ya no quiero pelear.

lunes, octubre 3



“Después de tanto tiempo, toda una primavera de incertidumbres, de descubrimientos aterradores y terrores placenteros, de confusiones imposibles, de esperanza, de fe, todo había encajado de repente en los vulgares límites de un simple malentendido. Y la que había entendido mal era yo, mientras alardeaba ante mí misma de no estar entendiendo nada. Yo la presuntuosa, yo la vanidosa, yo la imbécil, yo. Imaginándome lo que no podía ser y por eso no era.”

 “No se puede sucumbir a la nostalgia de lo que aún no ha comenzado, y sin embargo eso fue lo que hice yo aquella tarde al completar la última de mis tareas, tirarme en la cama, cerrar los ojos e imaginar que no estaba sola, que sabía por qué suceden las cosas y que no echaba nada de menos.”

(Estaciones de paso, Almudena Grandes)