miércoles, noviembre 21

Instrucciones para no decaer

Últimamente estuve pensando que ya no puedo darme el lujo de estar mal porque sí. 
Es asunto comprobado que la tristeza tiene un grado bastante elevado de adicción, y puede ser considerablemente cómodo pasar semanas durmiendo, o al menos en posición descansada sobre una cama, pero cuando no hay razones suficientes que lo ameriten, lo ideal es levantarse, pasar todo el día afuera para recién volver a la comodidad de una habitación pasadas doce horas.
En caso de permanecer en la misma, leer algún libro, llorar con alguna película, escribir, hacer manualidades, pero nunca quedarse quieto.
Sería bueno si siguiese mis propios consejos, pero en verdad, no puedo estar mal cuando todos alrededor están mal, no se puede ayudar a alguien desde una casa sin hacer nada, por ende, si querés contribuir y ayudar, no te aísles, no te encierres, no te crees motivos para hacerlo, porque otra gente tal vez podría aprovechar tu presencia.

domingo, noviembre 18

Doble (me digo: "no hay mitad que sea tan mala como la que tenés")


Es como la octava vez que miro mi tumblr. Miro una y otra vez, y sigue habiendo algo que no me cierra. Será el nuevo diseño, ves todo pero a la vez no ves nada. Divago. Es tarde y no puedo ni quiero dormir. Siento que salgo de una y me meto en otra peor. Estoy cansada, lucho conmigo misma. 

Cuando este tipo de sucesos trágicos (sí, en mi mente son trágicos) me acontecen, simplemente me paralizo, me veo sin salida, no hay escapatoria porque el enemigo soy yo. Me convierto en un rival más. Tengo que ir contra viento y marea, contra ellos y contra mí también, porque resulta que ni yo juego para mi equipo. Me boicoteo permanentemente, y esta vez estoy agotada, ya ni me quiero salvar. De alguna forma lo logré en un principio, me hice cargo de mi desgracia y solucioné lo que esa joven despreocupada no había podido evitar. Me puse unos pantalones y lo enfrenté, sinceramente no se ni de dónde los saqué, los inventé. Debe haber sido una ilusión, porque ya se evaporaron, ni rastro hay de ese acto de valentía. 
Ojalá pudiera crearlos de nuevo, pero me temo que esta vez va a ganar la cobarde, la vacía, ésa que miente para no salir de la casa, que vive tirada imaginando, leyendo, mirando, pero jamás haciendo. La que quiere ser castigada, la que quiere que le pongan límites extremos sólo para estar sola, la que piensa que tal vez en serio merezca toda esa racha de mala suerte, la que no puede contenerse y decir "no" cuando el abismo de la autodestrucción quiere absorberla, la que no puede disfrutar del presente, la que piensa en dormir y dormir para despertarse después de 5 años. 
Ella no puede equivocarse. Aunque sea ineludible, la esencia del impedimento no radica en eso. Más bien en la consecuencia del mismo. No puede equivocarse porque no puede hacerse cargo. No encuentra soluciones alcanzables, no tiene la actitud necesaria para ponerle el pecho a las balas. Tiene un talento (¿será?) para evitar, eso sí.. la vas a ver en otro mundo, enajenada, escapar es su fuerte, podría dar cátedra. Con cada error un nuevo aislamiento. 
Ella gana, me gana permanentemente. Una batalla no es nada al lado de la guerra, cuando todo tambalea vuelve. Me da miedo. No quiero transformarme en ésa para siempre. Me atrapa, yo ya soy ella, soy más ella que yo. 
Pensamiento dicotómico tal vez. Extremos. Pero mi visión no registra el gris, es ella o la que va a llevarse al mundo puesto, la que va a tener más logros que dudas, de la que la gente va a estar hablando, la que no va a desaparecer. 
Cómo me gustaría ser aquella, ¡la admiro y ni siquiera pude llegar a conocerla! Apenas un atisbo, la rasgadura del velo.. pero enseguida me atrapa la otra, y acá estoy de nuevo resignándome a perder.

jueves, octubre 18

WALK AWAY

I swapped my innocence for pride, crushed the end within my stride
Said I'm strong now I know that I'm a leaver
I love the sound of you walking away, you walking away
Mascara bleeds a blackened tear, oh
And I am cold, yes, I'm cold but not as cold as you are
I love the sound of you walking away, you walking away
I love the sound of you walking away, walking away, hey, hey
Why don't you walk away?Why don't you walk away?
Why don't you walk away? No buildings will fall down
Don't you walk away, no quake will split the ground
Won't you walk away, the sun won't swallow the sky
Won't you walk away? Statues will not cry, don't you walk 
away, Why don't you walk away?

sábado, septiembre 22

Capítulo 67. Rayuela (si tuviera que poner todos los que me gustaron..)

Me estoy atando los zapatos, contento, silbando y de pronto la infelicidad. Pero esta vez te pesqué, angustia, te sentí previa a cualquier organización mental, al primer juicio de negación. Como un color gris que fuera un dolor y fuera el estómago. Y casi a la par (pero después, esta vez no me engañás) se abrió paso el repertorio inteligible, con una primera idea explicatoria: “estoy angustiado porque... etc.”
Las ideas a vela, impulsadas por el viento primordial que sopla desde abajo (pero abajo es sólo una localización física). Basta un cambio de brisa (pero qué es lo que la cambia de cuadrante?) y al segundo están aquí las barquitas felices, con sus velas de colores. “después de todo no hay razón para quejarse, che”, ese estilo.

Me desperté y vi la luz del amanecer en las mirillas de la persiana. Salía de tan adentro de la noche que tuve un vómito de mí mismo, el espanto de asomar a un nuevo día con su misma presentación, su indiferencia mecánica de cada vez: conciencia, sensación de luz, abrir los ojos, persiana, el alba.
En ese segundo, con la omnisciencia del semisueño, medí el horror de lo que tanto maravilla y encanta a las religiones: la perfección eterna del cosmos, la revolución inacabable del globo sobre su eje. Náusea, sensación insoportable de coacción. Estoy obligado a tolerar que el sol salga todos los días. Es monstruoso. Es inhumano.
Antes de volver a dormirme imaginé (vi) un universo plástico, cambiante, lleno de maravilloso azar, un cielo elástico, un sol que de pronto falta o se queda fijo o cambia de forma.

Ansié la dispersión de las duras constelaciones, esa sucia propaganda luminosa del Trust Divino Relojero.

miércoles, septiembre 5

Demonios

"..el grado de velocidad es directamente proporcional a la intensidad del olvido. Pueden deducirse varios corolarios de esta ecuación, por ejemplo éste: nuestra época se entrega al demonio de la velocidad y por eso se olvida tan fácilmente a sí misma. Ahora bien, prefiero invertir esta afirmación y decir: nuestra época está obsesionada por el deseo de olvidar y, para realizar ese deseo, se entrega al demonio de la velocidad; acelera el paso porque quiere que comprendamos que ya no desea que la recordemos; que está harta de sí misma; que quiere apagar la temblorosa llamita de la memoria."

La lentitud- Milán Kundera

lunes, septiembre 3

Boquitas pintadas

                              Voy a sacar de vos mi presencia, voy a brillar por mi ausencia 

voy a cantarle a la libertad, no quiero verte nunca más. 
Quiero escupir todo lo que siento, quiero perderme en tus sueños, 
voy a pedirte, el mundo. 

This is not about love, cause I'm not in love, in fact I can't stop falling out.

No quiero saber más nada de vos. 
Basta. 
No me cuenten, me dan demasiado material, material que es utilizado por mi cabeza. Es peligroso. Alimenta fantasías, pensamientos, historias con las que me entretengo en el camino del subte a mi casa, de mi casa al subte. 
No me cuenten, hagamos de cuenta que no pasó. Lo que pasó una vez es como si no hubiese pasado nunca. Con esa teoría me absuelvo de mi última regresión y puedo tener un registro impecable. En serio, no quiero. No quiero pensar que no hay otra forma. No quiero pensar que no me va a volver a pasar. 
(Y es que en el fondo lo pienso). 

martes, agosto 21

"El sentimiento amoroso nos da a todos una falsa ilusión de conocimiento"

El título es de Kundera. Sí, lo leo mucho. Y hoy casualmente agarré uno de sus libros (que ya leí) para fijarme en esas frases, párrafos, ideas, reflexiones que subrayo y con las cuales después no hago nada. Así que decidí sacarles provecho. Hacer algo con eso, que no quedaran por ahí perdidas, encasilladas en algún lugar de la biblioteca. Transcribí algunas a la computadora, y ésta la rescato ahora para comentarla. 
No puedo estar más de acuerdo con esta idea. ¿Cuántas veces pensamos conocer a alguien sólo porque lo queremos? Muchas. En verdad, poco sabemos del otro. Pero para ser sincera, yo me di cuenta exactamente al revés de lo cierto de la frase. Considero que muchas personas no me conocieron, y hasta ahora aún no me conocen, quedaron sin conocerme. Es un poco triste y da lástima. Supongo que el sentimiento amoroso hizo su parte, contribuyó con esto. Aunque no fue eso lo que hizo que no llegaran a conocerme, más bien esa fui yo, y eso es tan complicado que apenas puedo empezar a explicarlo. Lo que hizo el sentimiento amoroso fue tapar mi propósito, hizo que no se dieran cuenta de que yo no me estaba dejando conocer y que se quedaran con esa imagen que yo mostraba de mí, que como ya se dijo, no era la verdadera. Puso una barrera entre ambos. La barrera del amor. Y de repente yo era eso que veía. Pero claro, ¿cómo iba a ser algo más? Si me conocía, ¿cómo no me iba a conocer si tanto me quería? Y entonces así todo se pierde y se bifurca, todo se difusa y yo ya no soy yo. Y de repente me cuesta saber quién soy, porque no se de dónde mirarme. Lo que se es que ésa no soy. La que está del otro lado de ese obstáculo que llamamos amor, ésa no soy. A eso iba con las patéticas palabras que escribí, con conocer de nuevo, con empezar de cero.

Historia de mi vida


Su timidez le agradaba, porque era síntoma de que estaba perdidamente enamorado, pero aún en mayor medida la irritaba, porque era síntoma de su inmadurez; salir con un chico de su misma edad era para ella un descrédito: sólo le interesaban los mayores. Pero quizá precisamente porque en su fuero interno ella lo traicionaba y al mismo tiempo sabía que él la quería, una especie de sentido de justicia la incitaba a ayudarle en sus esfuerzos amorosos, a apoyarlo, a librarlo de sus timideces infantiles. Decidió que, si él no había encontrado el valor, lo encontraría ella.
El la acompañaba a casa y ella tenía previsto que, cuando llegasen a la puerta del jardín, lo abrazaría rápidamente y lo besaría y que él no podría moverse porque se quedaría paralizado. Pero en el último momento se le fueron las ganas, porque su cara no sólo estaba triste, sino además inaccesible y hasta enemistosa. Así que sólo se fueron la mano y ella se fue por el camino que conducía entre flores hasta la puerta de su casa..

La inmortalidad- Milan Kundera

miércoles, junio 6

Hoy me puse a pensar en una vieja habilidad que solía tener, que no se si la habré perdido, pero la extraño. Tal vez funcionaba en esa época nada más, quién sabe. Pero resulta que cuando éramos más chicas y mi hermana se enojaba o encaprichaba por algo, yo hacía la mayooooor cantidad de boludeces en el mínimo tiempo para lograr que se riera, y tengo que decir, orgullosa, que lo lograba siempre. Me acuerdo perfecto, me ponía en ridículo, fingía que me caía, que me golpeaba, me hacía la tonta, decía alguna picardía, y de repente una sonrisa le salía entre las lágrimas, a la que primero se resistía, pero que después ya no podía controlar, largándose a reír. Y yo era felíz. Odiaba que se pusiera así, me frustraba, a veces tenía razón, pero la mayoría eran cosas sin importancia, caprichos de nena, como lo éramos en ese entonces, pero no importaba, yo no quería que estuviera enojada, la mayoría de las veces el enojo ni siquiera era conmigo, otras veces sí, pero lo relevante era que se le pasara, por ese momento al menos. Y lo lograba, siempre lo lograba, y eso ya me satisfacía para todo el día, me hacía sentir increíblemente bien. No se imaginan lo lindo que es hacer reír a alguien, es genial, creo que me sentía más útil que resolviendo cualquier problema de matemática o haciéndole la tarea de inglés (sí, eso también le hacía).
Ahora creo que lo perdí, hace mucho que no hago reír a nadie, y la verdad es que reír y llorar al mismo tiempo es una sensación genial. No me malinterpreten, me refiero a reír después de haber llorado, a cuando alguien no te deja seguir llorando, cuando te sacan de ese estado.
Qué triste, supongo que ahora funciono más con un abrazo, o un oído dispuesto a escuchar y a entender, pero me gustaba eso de la risa, quiero que vuelva. Supongo que tendría que probarlo de nuevo con ella, con la pequeña, como me gusta decirle (que no es para nada pequeña), tal vez sólo me salía con ella, pero hace mucho que no se rompe una barbie, o que no llora en frente mío, crecemos y nos vamos llenando de estas barreras, de estos depósitos en los que escondemos todos nuestros problemas, sin decirlos a nadie. Sólo espero que alguien más la esté haciendo reír. Y que alguna vez pueda recuperar mi habilidad con otras personas, aunque no sepa qué les pasa, aunque no quieran contarme, poder tener por lo menos esa forma de hacer que estén mejor y de que con el tiempo puedan contar qué es eso que guardan que tanto lastima.

sábado, mayo 26

Hay gente que no debería enamorarse
Algunos no deberíamos dar el sí
Yo no veo otra salida, no quiero pasar la vida
Sin que la vida pase a través de mí...
Quien se esconda de lo que siente, no voy a ser yo
No voy a pisar el freno, no voy a ser yo
El que se ande con más o menos, no voy a ser yo
Hay gente que no debería involucrarse
Con cosas que luego no pueden manejar
Yo no veo otra salida, no quiero pasar la vida,
Pisando una piedra y volviéndola a pisar...

viernes, mayo 25

siento

Mi cuarto es un desorden absoluto. Es caos, es complicación, confusión, tristeza, resignación, indecisión, inseguridad. Es todo lo que está en mi cabeza. Es todo eso de lo que no puedo escapar. De repente quiero dormir todo el día, quiero leer una novela de corrido, hasta el último renglón, sin parar, sin ponerme a pensar un segundo que esa no es mi realidad, que la mía es ésta, ésta que es un desastre otra vez, ésta en la que no quiero estar. De la que me quiero escapar YA. No quiero hablar, quiero dormir. No quiero estar, quiero escapar. No quiero pensar, quiero escuchar. Escucharte. ¿Por qué callás? Basta basta basta! Hasta acá llegué.

martes, mayo 8

Es un amor desinteresado (con los animales): Teresa no quiere nada de Karenin. Ni siquiera le pide amor. Jamás se ha planteado los interrogantes que torturan a las parejas humanas: me ama?, ha amado a alguien más que a mí?, me ama más de lo que yo lo amo a él? Es posible que todas estas preguntas que inquieren acerca del amor, que lo miden, lo analizan, lo investigan, lo interrogan, también lo destruyan antes de que pueda germinar. Es posible que no seamos capaces de amar precisamente porque deseamos ser amados, porque queremos que el otro nos dé algo (amor), en lugar de aproximarnos a él sin exigencias y querer sólo su mera presencia.

La insoportable levedad del ser- Milán Kundera

jueves, abril 5



Why is it every time I think I've tried my hardest
It turns out it ain't enough, you're still not mentioning love
What am I supposed to do to make you want me properly?
I'm taking these chances and getting nowhere
And though I'm trying my hardest you go back to her
And I think that I know things may never change
I'm still hoping one day I might hear you say
I make you feel a way you've never felt before
And I'm all you need and that you never want more
Then you'd say all of the right things without a clue
But you'd save the best for last
Like I'm the one for you

Best for last- Adele

jueves, marzo 22





"Era curioso: tenía muchas cosas en que pensar, pero me entregué por entero al análisis de mis sentimientos hacia Polina. La verdad es que me había sentido mejor en aquellas dos semanas de ausencia, a pesar de que durante el viaje creí volverme loco de angustia. Me agitaba como un poseso, y hasta en sueños la tenía ante mis ojos. Una vez -ocurrió esto en Suiza-, me quedé dormido en el vagón y empecé, al parecer, a hablar en voz alta con Polina, lo cual desató la hilaridad de todos los viajeros. De nuevo volví a hacerme la misma pregunta: ¿la quiero?, y de nuevo no supe contestarme a mí mismo. Es decir, de nuevo, por centésima vez, me repetía que la odiaba. ¡Había momentos -siempre que terminábamos de hablar- en que hubiera podido hundirle lentamente un cuchillo en el pecho, lo habría hecho con placer. 
Y, sin embargo, juro por todo lo que hay de sagrado que si en Schlangenberg, en aquella cumbre de moda, ella me hubiera dicho "tírese"; habría cumplido sus órdenes igualmente con placer. Lo sabía, y, de una u otra forma, yo tenía que encontrar salida a aquella situación"




Fedor Dostoyevski- El jugador.

sábado, marzo 17

descargas

De repente se sintió inquieta, no sabía qué hacer. Pensó en eso, pero no, no podía. Y en aquello, pero no, menos todavía! Ya se había comprometido a deshacerse de esas actitudes y por ahora mantenía su promesa intacta. Mm, ¿intacta?. Bueno, tal vez no intacta, pero bastante bien. Luego pensó en otro algo, algo que podía hacer, algo que ocuparía su tiempo y que disfrutaba, pero no, al instante recordó que era de noche y que era imposible en ese momento. Y lo central era que fuese en ESE momento. Necesitaba hacer algo en ese instante, justamente ésa es la sensación de inquietud. No podía quedarse parada mientras todos esos pensamientos iban y venían, volvían, giraban, avanzaban, retrocedían, se mezclaban y no paraban de surgir. Caminaba y caminaba, no tenía más ganas de esperar por nada. Seguía caminando, y a medida que las cuadras disminuían, más quería seguir caminando, no quería parar, no podía, no si su cabeza seguía tan activa. Fue entonces cuando llegó, e indefectiblemente tuvo que parar. ¿Qué podía hacer ahora? Creo que ni siquiera lo pensó tanto, sólo se ensordeció por un momento, se sentó y escribió. ¿Se sintió mejor? No podría saberlo, porque todavía no terminó.

viernes, febrero 24

tute cabrero

Ayer mientras, o tal vez después de jugar a un juego de cartas, descubrí una actitud particular que tengo hacia las cosas en general, hacia la vida. En el juego se reparten todas las cartas, uno las mira y tiene que decidir, si va a jugar a más, o a menos. Es decir, si va a perseverar e intentar ganar , o a resignarse a perder. Creo que esa decisión no es lo que más me cuesta, lo que más me cuesta es salir, empezar, jugar de acuerdo a esa determinación. No puedo, me obligo, y casi siempre salgo mal. Pienso: si juego de tal forma, me beneficio a mí, pero voy a cagar a alguien. Si hago tal otra cosa, me perjudico a mí, me obligo a cambiar mi primera determinación, y no me gusta. No me gusta para nada tener que empezar el juego. Prefiero que otro lo empiece, aunque con su juego me perjudique, no me importa, por lo menos yo no tuve la culpa, salió otro y yo no tuve opción, tuve que jugar de tal o cual forma y ya. Es mucho mejor para mí que el otro empiece, y si no me perjudica, si puedo seguir con mi decisión original, perfecto. Pero no quiero tener que imponerle al otro nada. Creo que tiene que ver bastante con la culpa. "No tener opción" es una gran forma de librarse de la culpa, y aún así creo que ni eso me libera. Prefiero que el otro tome el primer paso, y después sí, actuar. ¿Y si el otro nunca lo toma?  Entonces no haré nada, se pospondrá. ¿Malo? Sí, muy. Pero así soy yo. Y hasta lo reflejo en una estúpida partida de cartas.

miércoles, febrero 1

incertidumbre

Me agarró un ataque de "No se".  Sí, de esos que te agarraban a vos hace un tiempo. Bueno, ahora me tocó a mí. Todo lo que pude articular durante unas dos horas fueron simples (o más bien complicados) "no se". Y la verdad, la verdad de todas las verdades es que NO SE. No se nada y no se si quiero saber. Porque saber también tiene sus desventajas, una de ellas es arrepentirse, darse cuenta de que no queríamos elegir ese camino y en verdad no quiero haber tomado la mala decisión, no quiero darme cuenta de que sabía lo que quería e hice lo contrario. No se, no quiero pensar. Tampoco quiero mentir, de ahí que diga "no se" en vez de negarme totalmente o de asentir con gusto. De todos modos ya está, y ya tendré tiempo para saber qué carajo es lo que quiero, medio mes tiene que ser suficiente. Medio mes aislada. No de todo, pero lejos. Me da un poco de miedo que cambie todo, que al volver todo sea diferente. O tal vez digo boludeces y este tiempo me va a servir para relajarme, distenderme de todo, de todos, de los problemas, de las discusiones, de los dramas, de todo lo que ya me viene sobrepasando en general. Ya voy a descifrar esto, siempre lo hago, tarde o temprano me posiciono en las situaciones, tomo una postura. En realidad, ya es bastante raro el hecho de que yo justamente haya dudado, hace bastante que eso no me pasa, en general hablo bien segura de lo que siento y trato de ser lo más consistente posible con mis acciones y mis palabras. Será que de repente me perdí, me busqué en las palabras de ese, me encontré en las palabras aquél, escapé de la opinión de tal otro y al final ya ni sabía dónde estaba. Quedé en el medio de todo, sin saber para dónde ir. Supongo que ahora tengo que salir, encontrar la forma de pensar esto aisladamente, sin todo ese laberinto en el medio, necesito salir a un espacio en blanco, donde esté yo y sólo yo. Así que esto me lleva a decir (en un tono entusiasta): CHAU BUENOS AIRES, HOLA CÓRDOBA!

domingo, enero 1

¿seré yo?

Tengo como demasiadas cosas para decir. Tantas que no entrarían en un solo texto, ni siquiera en una novela entera. Tengo demasiadas cosas dentro mío, desparramadas. Necesito ordenarlas un poco y no puedo. Basta, no! me harté del "no puedo". Sí, puedo. Es difícil pero de a poco puedo, tengo que. Tengo que ordenar todo esto, separar lo bueno de lo malo. Lo nuevo de lo viejo, en lo que quiero seguir insistiendo y en lo que ya no. Tengo que tomar nuevas posturas. Estalló todo, y ahora vuelan miles y miles de partículas, y si escribir es mi descarga entonces todavía me quedan muchas palabras por expresar. Y aún así, todavía no es el momento, no tengo el tiempo, falta poco, pero todavía me quedan unos días más de estar absolutamente ocupada. Y cuando termine, voy a dedicar todo mi tiempo a entender mejor, a organizarme, a posicionarme en esta situación. Escapar no sirve de nada, las cosas te persiguen hasta donde quiera que te encuentres, y eso lo aprendí este último tiempo. No significa nada estar ocupado, las cosas siguen ahí, y cuanto más las ignoramos, más crecen, más representan. Por eso hoy ya no quiero hacerlo más, quiero enfrentar todo, quiero pensar bien, quiero estar segura de lo que vaya a hacer. No se bien por qué pero creo que algo me pasó, no se si cambié o si quiero cambiar. Se que tengo muchas cosas en las que "trabajar", por eso en parte tomé la decisión de hablar sobre ellas. Tal vez me doy cuenta de que hay cosas que no quiero tener, personas a las que no me quiero parecer, y situaciones que jamás quiero volver a repetir , y en ese sentido no se si habré cambiado, pero no quiero seguir sosteniendo ciertas actitudes de mierda. Aun así quiero creer que no estoy tan mal y que no necesito algo tan radical, quiero creer que puedo conservar mi esencia, si es que eso existe. Quiero estar bien, mejor que nunca, y aunque se que no lo estoy por lo menos tengo la intención. Lo único que no puedo creer es que me haya permitido seguir actuando como si nada cuando en verdad estaba mal, no quiero seguir con esto, no quiero saber que estoy mal y permitirmelo sin hacer nada al respecto, me vuelve loca, yo no quiero ser así.